Santa Maicol Yacson

No puede creerlo. Habiendo trescientos sesenta y cinco dias, justo tenia que ocurrir hoy. Y por mas que trato de masticarlo, todavia no puedo digerirlo. Se suponia que este dia finalizaba nuestra estadia en Niuyol, y salvo algunos atados de tipo hormonal de los cuales no profundizare la cosa salio mucho mejor de lo que yo, tan optimista como siempre, me imagine. Asi que para cerrar unas vacaciones que —a pesar de— podria considerar la raja, decidimos acudir al ultimo lugar que nos quedaba por visitar antes de largarnos.

Pero este dia estaba marcado; desde el principio lo instui. Ya de camino al bus imagine el tragico desenlace: se nos iba a pasar la hora en el museo y toda nuestra rigurosamente planificada agenda se iria a la mierda.

Y asi fue. Para empezar, llegamos a la hora del quetejeidi devuelta al departamento. Nos subimos al taxi rogando por no tener que irnos por la autopista la cual a esa hora ya tenia el tremendo taco, pero por desgracia no hay otra alternativa para llegar al aeropuerto. Cuando nuestro poco ocurrente chofer por fin pudo tomar la carretera, con Lorna notamos que el camino estaba cubierto por una nube de humo bastante sospechosa. Esa era la causa del taco; un bus se habia incendiado —ocurre hasta en el primer mundo, creanme. Llegamos a la terminal 46 minutos antes que nuestro vuelo saliera, un minuto antes de que se cierre el registro de pasajeros. Un minuto demasiado corto para completar el papeleo y suficientemente largo para lamentarnos por perder el avion.

Como mi septimo sentido —tengo muchos— ya me habia alertado que esto ocurriria, mi mente ya lo tenia procesado, asi que mientras haciamos la fila para reprogramar el vuelo me diverti contemplando a una italiana que estaba delante de mi. A la mina le temblaba la nalga derecha como si tuviese un extraño tic nervioso, y hasta Lorna le miraba el culo y se reia. "Yo creo que se le olvido apagar el consolador a esta hueona," le comente a mi chica, y Lorna se invento sus propias teorias para explicar tan peculiar suceso, pero nuestro serio debate se vio interrumpido por un Dominicano que se integro a la fila,

Uhtedeh tambien peldieron el vuelo?

Lorna le reconocio el acento y prefirio no pescar,

Si, llegamos un poco tarde
Coño! a mi tambien me dejo el condenao avioh ese. Y pa'onde eh que tu vah?
Voy pa Portland, Oregon. Y tu?
No, yo voy pa Miami. Y supihte que se murio Mahkel Yahson!!!??? Chico! esa muerte si que me la'stoy sufriendo, coño! ...

A partir de ahi supe que ya todo estaba irremediablemente perdido. Y no estoy hablando del dinero que gastamos reprogramando el vuelo o la reservacion del hotel. Mas bien hablo de nuestra paciencia y optimismo, porque fue un verdadero drama tener que aguantar a ese Dominicano hueon que se dedico la hora y tanto que estuvimos en la fila a telefonear a medio mundo para lamentar la muerte del ex-negro e hincharnos las pelotas. Y yo que no paraba de preguntarme, por qué, Michael Jackson, no podiai esperar otro dia pa morirte?

Igual, gracias por tanta fantasia.

2 piensan que...:

Lorna dijo...

Jajajaja me muero de la risa recordando nuestro suplicio de aquel tan triste dia...

Claudia Corazón Feliz dijo...

¿Y no lo pescaron por ser dominicano? ¿Mala onda contra ellos, o algo así? Pregunto porque yo no conozco a ninguno.

Igual soy entero reclamón.