Tributo

Nobleza obliga. Por lo tanto, es momento de retirar el descredito conferido a nuestro recordado Michaelcito y su atribulado fan Dominicano que llego a la fila a acabar con nuestra paciencia. Es que dada la cobertura que ha tenido semejante evento, he tenido suficiente tiempo para reflexionar y reparar en mi actitud.

Como era de esperarse, la television y los medios ya comenzaron con su tonterita de saturarnos, y fue en una de esas que aprovechamos con Lorna y nos pusimos a ver los videos de sus canciones. Mientras estos pasaban por la pantalla, yo le comentaba como transcurria mi vida durante aquella epoca, bien a principios de los 80's. No fue hasta que pasaron esa cancion que canto con McCartney que, despues de mi comentario respectivo, Lorna me miro la cara y confirmo sus sospechas,

Tu eras bien fanatico de Michael Jackson cuando niño

La verdad es que yo no me habia percatado. Talves estuvo guardado por años en mi subconciente, pero basto su opinion para recordarme que si lo fui. Cuando salio ese video, mi mama me trajo para mi cumple un poleron amarillo con la cara del negro y su jockey estampado en cafe, y para mi fue de esos regalos sagrados de infancia, pero la emocion me duro hasta que uno de mis primos tambien quizo tenerlo. Sin embargo, eso ya es solo un detalle a estas alturas.

Durante una etapa de mi infancia, la musica de los Jackson 5, entre otros, fue esencial. Mis tios Cristian y Pantruca —alias Claudio— tenian dotes de bailarines y fueron siempre el alma de las fiestas esas que se hacian en las casas. En ese momento el soul, el funk, y la musica disco era lo que pegaba —al menos en mi casa— asi que llegada la tarde estos dos comenzaban sus sesiones de baile y nos metian a todos los sobrinos en el entuerto. Ahi fue tambien cuando el parcito nos enseño a bailar rocanrol, y cuando Pabon y Clemente tuvieron sus quince minutos de fama, nos pusieron enseguida a hacer contorsiones raras y bailar breakdance.

Por desgracia el tiempo tiene que pasar, y cada vida toma rumbos diferentes. El negro se hizo blanco, mis tios formaron sus propias familias, y yo ahora estoy a la cresta del mundo extrañando todo. La muerte del artista trajo a mi memoria tantos recuerdos que estaban perdidos en algun rincon, y recien ahora me doy cuenta de lo agradable que fue esa epoca, porque cuando fui crio era toda una aventura salir con un carreton de mano a comprar leña para calentarnos en invierno, o vender botellas y metales para comprar en el almacen de doña Juana Farias las bolsitas de te sueltas, el cuarto de azucar, la mitad de margarina Soprole, o el octavo de aceite con las que preparabamos la once. Ni siquiera importaba que viviesemos en la casa de mis abuelos en condicion de hacinados y en mediaguas con techo de fonolita. De alguna manera probablemente no premeditada, mis tios con su musica y sus bailes ayudaban a disfrazar las miserias de la pobreza en la que nos toco criarnos, y el Michael de la piporra original tiene algo de responsabilidad en este asunto. Yo desconozco los motivos de la tristeza de nuestro colega "Dosminicasno." Lo que es a mi, me bajo la melanculia terrible.

Si hasta cantaba lindo el maraco.

Santa Maicol Yacson

No puede creerlo. Habiendo trescientos sesenta y cinco dias, justo tenia que ocurrir hoy. Y por mas que trato de masticarlo, todavia no puedo digerirlo. Se suponia que este dia finalizaba nuestra estadia en Niuyol, y salvo algunos atados de tipo hormonal de los cuales no profundizare la cosa salio mucho mejor de lo que yo, tan optimista como siempre, me imagine. Asi que para cerrar unas vacaciones que —a pesar de— podria considerar la raja, decidimos acudir al ultimo lugar que nos quedaba por visitar antes de largarnos.

Pero este dia estaba marcado; desde el principio lo instui. Ya de camino al bus imagine el tragico desenlace: se nos iba a pasar la hora en el museo y toda nuestra rigurosamente planificada agenda se iria a la mierda.

Y asi fue. Para empezar, llegamos a la hora del quetejeidi devuelta al departamento. Nos subimos al taxi rogando por no tener que irnos por la autopista la cual a esa hora ya tenia el tremendo taco, pero por desgracia no hay otra alternativa para llegar al aeropuerto. Cuando nuestro poco ocurrente chofer por fin pudo tomar la carretera, con Lorna notamos que el camino estaba cubierto por una nube de humo bastante sospechosa. Esa era la causa del taco; un bus se habia incendiado —ocurre hasta en el primer mundo, creanme. Llegamos a la terminal 46 minutos antes que nuestro vuelo saliera, un minuto antes de que se cierre el registro de pasajeros. Un minuto demasiado corto para completar el papeleo y suficientemente largo para lamentarnos por perder el avion.

Como mi septimo sentido —tengo muchos— ya me habia alertado que esto ocurriria, mi mente ya lo tenia procesado, asi que mientras haciamos la fila para reprogramar el vuelo me diverti contemplando a una italiana que estaba delante de mi. A la mina le temblaba la nalga derecha como si tuviese un extraño tic nervioso, y hasta Lorna le miraba el culo y se reia. "Yo creo que se le olvido apagar el consolador a esta hueona," le comente a mi chica, y Lorna se invento sus propias teorias para explicar tan peculiar suceso, pero nuestro serio debate se vio interrumpido por un Dominicano que se integro a la fila,

Uhtedeh tambien peldieron el vuelo?

Lorna le reconocio el acento y prefirio no pescar,

Si, llegamos un poco tarde
Coño! a mi tambien me dejo el condenao avioh ese. Y pa'onde eh que tu vah?
Voy pa Portland, Oregon. Y tu?
No, yo voy pa Miami. Y supihte que se murio Mahkel Yahson!!!??? Chico! esa muerte si que me la'stoy sufriendo, coño! ...

A partir de ahi supe que ya todo estaba irremediablemente perdido. Y no estoy hablando del dinero que gastamos reprogramando el vuelo o la reservacion del hotel. Mas bien hablo de nuestra paciencia y optimismo, porque fue un verdadero drama tener que aguantar a ese Dominicano hueon que se dedico la hora y tanto que estuvimos en la fila a telefonear a medio mundo para lamentar la muerte del ex-negro e hincharnos las pelotas. Y yo que no paraba de preguntarme, por qué, Michael Jackson, no podiai esperar otro dia pa morirte?

Igual, gracias por tanta fantasia.

Hueva York

De vez en cuando —o mas bien, bastante seguido— a Lorna le baja por llorar que siempre nos vamos de viaje a algun lugar que yo escojo. Y aunque tengo demasiados reparos al respecto, puedo consentir en que la muchacha esta en lo correcto. Por lo tanto, esta vez la deje escoger a ella. Como que ya me sospechaba cual seria su eleccion, asi que no me sorprendio mucho. La teleserie es la siguiente: el año pasado, su amiga Keila se fue a trabajar a Nueva York. Mientras viviamos en Puerto Rico, nosotros soliamos visitarla. La mina arrendaba un departamento la raja, en el vigesimo segundo piso, y a orillas del mar en la costa este de la isla. Sonara a interes, pero me gustaba tanto ir para alla que a veces yo instaba a Lorna a que fuesemos a visitarla, cosa que no hago con ninguna de sus amistades ni parientes. En fin. Esta vez, Keila estaba en Nueva York y nos habia llamado para que nos fueramos para alla, pero en la dichosa ciudad tambien esta otra de las amigas de Lorna, y cuando los planes se hicieron publicos (puto Facebook) contactaron a la amiga que faltaba y nuestras lindas vacaciones en Hueva York se convirtieron en reunion del Club de Lulu, version Sex & the City.

No recuerdo porque atado el encuentro no llego a realizarse, pero la cosa no quedo ahi. El plan se reactivo, y aqui estoy ahora sentado en la cama de un hotel haciendo la hora para que salga nuestro vuelo. Lorna para variar ya se durmio, y mientras tanto yo pienso y pienso. He recordado bastante a mi tio Mario, quien ha sido el unico de mis parientes que visito aquella ciudad. Para el fue una tremenda experiencia, pero yo no estoy tan optimista. Es que tuve la mala ocurrencia de hacer un ejercicio mental imaginando que podria ocurrir durante nuestra estadia en la Gran Manzana, la ciudad con mas mala cueva del mundo. Si no son los aviones, es King Kong, el Depredador, Jason, los marcianos, los meteoritos, y otros cuantos cataclismos naturales los que la hacen mierda, y ahora estoy bastante urgido. Ademas, despues de este profundo analisis, llegue a la conclusion de que los New Yorkers en el fondo son unos sadomasocas y sienten placer viendo su ciudad en el suelo. Por ultimo, Keila no va a asistir, y yo contaba con su voto de aprobacion para mi propuesta de irme a los antros de perdicion en lo que las amiguis se quedan comadreando. Esa es la peor de todas las tragedias; mi tio Mario va a seguir jactandose de ser el unico que estuvo en un topless de Nueva York mientras al resto solo nos dio para ir a los Bajos del York.

Apuesto que me lo va a echar en cara por el resto de mi vida.