Maria Luisa Gonzalez

El dia amanecio alborotado. Mi suegra le hablaba fuerte a Luisa, pero sus respuestas no se oian. Ante las escasas posibilidades de seguir durmiendo decidi levantarme. Me fui a desayunar y encontre a Luisa sentada en el sillon de la sala. Al poco rato coincidimos en la mesa tomando el desayuno. La sonrisa eterna de Luisa sobresale entre un arsenal de remedios que tiene la casa de mis suegros convertida en una farmacia. Miro a Luisa y la saludo:

-Buen dia, Luisa
-Buenos dias, mijo.
-Como amanecio?
-Ahh?
-Que como amanecio?
-No te oigo.
-Que como amaneciooo!!!?
-Ahh. Bien. Bastante bien, gracias a Dios.

El buen animo de Luisa es contagioso y sirve pa olvidar las miles de puteadas que eche por haber despertado temprano. Ese dia estaba esperando que la bañaran, por eso el alboroto matinal. A sus 96 años la audicion ya no funciona como antes, pero eso no es impedimento para mantener tener una conversacion afable con ella, salvo que hay que gritar.

Durante la tarde Luisa salio a descansar en el patio. Se sento bajo la marquesina para tomar "el fresco." Me quede observandola con detencion; cuantas historias debe tener Luisa en su memoria. Talvez sean tantas como las arrugas que sobresalen por su cara y sus delgados brazos, aunque a estas alturas de su vida la pregunta inicial debio ser "Tendra memoria?" Con la idea de averiguarlo, me sente a su lado y me invente una conversacion boba para tantear. Al rato de conversar Luisa me convencio que la memoria es lo que mejor tiene. Su nombre completo es Maria Luisa Gonzalez. Nacio el 5 de Septiembre de 1911 en Guayanilla, Puerto Rico. Vivio toda su infancia y juventud en el Barrio Los Sitios y se mudo al Barrio Guaydia despues de casarse. Todo esto dentro de Guayanilla. Jamas se cambio de municipio. Tampoco acepto irse de Puerto Rico y dejo dos pasajes comprados a Nueva York. Que enorme sorpresa. A pesar de estar cerca de los 100, Luisa irradia una energia que brilla con el fulgor de Galadriel. Le pregunte porque estaba en casa de mis suegros y respondio que un dia mientras tendia unas sabanas en su casa se sento y no pudo levantarse mas. La version de mi suegra dice que la vecina la encontro tirada en el patio y penso lo peor. Aunque creen que sufrio un pequeño infarto, el medico no le encontro nada. La conversacion la tuve que dejar ahi. Luisa se quedo con su mirada perdida hacia un verde cerro, pensando quien sabe que cosas.

Para el Viernes Santo, Luisa estaba algo impaciente. Tenia ganas de ver la procesion en la plaza de su pueblo como solia hacer todos los años, pero esta vez no tenia quien la llevara. Pensando que seria una buena oportunidad para charlar con ella me ofreci junto con Lorna a llevarla. Estando en la plaza me conto que todos los años caminaba junto con la procesion. Tampoco faltaba a misa los domingos, pero ahora no va porque mis suegros "son de otra religion." Ademas, a su edad le era dificil caminar sola. Ese dia hablamos de su matrimonio con el tio Lolo, borracho empedernido que murio con el higado totalmente escabechado. Yo le pregunte a Luisa si le quitaba el copete al tio Lolo para beberselo, y se cago de la risa. Me confeso que cuando tenia 10 años le robaba el ron pitorro a su papa y se escondia debajo de la cama a beberselo, hasta que un dia se emborracho y la pillaron, paliza incluida. El tio Lolo tambien era de respetar. Se boxeo a Luisa en 5 ocasiones, y no hubo dia en que no llegara a casa encañado. El tipo murio a los 71, hace 35 años atras. Desde ese dia Luisa vivio sola, sin molestar a nadie. Ni siquiera el unico hijo que pario se preocupo mucho por ella. Este tipo tambien fallecio a los 71, hace un par de años atras, y desde ese dia la unica familia de Luisa han sido mis suegros.

Un par de dias despues volvi a encontrarme a Luisa en la mesa. Decidi sentarme a su lado en lo que se desayunaba su taza de cafe con sus dos platanos cocidos. Inicie la conversacion con otra de mis preguntas mongolepticas:

-Como esta tu cafe, Luisa?

En esta cultura de gente obsesionada con la salud, el cafe es algo pecaminoso. Dicen que hace mal, pero Luisa ha bebido cafe desde que tiene uso de razon. Cafe con platano cocido. Ese platano verde que se come en la zona tropical de America (al platano que comemos en Chile le llaman guineo) El platano verde es una mierda que yo no me puedo tragar pq se me pega en la garganta y por el cual mis amigos me insultan cuando les digo que es asqueroso. Le cuento a Luisa que el cafe me gusta pero el platano no lo tolero, y respondio con una carcajada. Su sonrisa se mantiene inalterable. Es el dia de su revision medica. Tiene un brazo lastimado luego de intentar bajarse de su cama porque estaba aburrida de tanto estar acostada. La visita de la enfermera no trajo ninguna novedad. Su salud esta en optimas condiciones y tiene la presion arterial como "una muchacha de 15." Yo le pregunte si queria salir a correr conmigo, pero en realidad ella no tiene nada nuevo que conocer. En una isla tan pequena como Puerto Rico, a la que se le puede dar la vuelta completa en 7 u 8 horas, hay gente que nunca ha ido mas lejos de 30 minutos de su casa. Luisa le dio la vuelta en varias ocasiones, especialmente en la epoca en que si habian caminos estaban como las pelotas y el viaje podia durar mucho mas.

Hace unos dias cumpli 31, pero lo pendejo no se me ha quitado. Todavia tengo ganas de tirarme cerro abajo en bicicleta, saltar en bungie jumping, en paracaidas, en snowboard, y en cuanta mierda que provoque costalazos dolorosos. Tal parece que este tipo de actividades estan socialmente prohibidas. Segun suelen decir, eso "no es algo que deberia estar pensando a mi edad." Sin embargo, se supone que a los 31 todavia soy joven. Las paradojas de la vida. Por lo que he llegado a entender, creo que lo comun a mi edad es parir crios, trabajar y ver television. A veces he llegado a creer que despues de los treintas lo mas extremo es conseguir una liquidacion en alguna tienda de mall. Definitivamente no encajo ahi. O sea, hay tiempo y espacio para todo, pero dedicarse exclusivamente a cuidarse la salud, tragar cientos de pastillas, comer puro pasto en favor de las vaquitas, y renegar de todo lo que cause placer pa gastarse la vida encerrado para, por ejemplo, ver todos los malditos realities y programas come-cerebro que nos ofrece la television, no tiene ningun sentido. Con el tiempo he tratado de proyectar mi vejez, y algunas deciciones he tomado: me gustaria llegar a anciano sin que se me acabe la cuerda, como la mama de la profesora Alicia Moradillos, que a los 80 se monto en un avion y se fue sola en un tour por Jerusalen, y a los 82 viajo por Brasil, Argentina, y Chile, tambien sola. O como mi bisabuela, que a los 92 todavia era capaz de lavar, limpiar y cocinar sin necesitar la ayuda de nadie, y los dos ultimos años de su vida se los paso en una cama luego de quebrarse la cadera sin dar una pizca de jugo y murio a los 95 en paz y le hicimos un pulento asado en su honor. Tampoco puedo dejar de mencionar a mis abuelas. La primera de ellas, a los 74 -y con su diabetes a cuestas- se fue de camping por primera vez en su vida y durmio en un saco de dormir dentro de una carpa. Mi otra abuela tambien anda por sobre los 70 y todavia es feliz atendiendo a quien se siente en su mesa.

La ultima conversacion con Luisa fue sobre su infancia y el recuerdo mas lindo que le quedo: una muñeca que no se quien le regalo. Guardo durante años las muñecas que le regalaron siendo niña, pero no recuerdo como fue que las perdio. Me tiene cagado el alzheimer. Llegada la hora de despedirse me quede pensando si la volveria a ver y aparentemente lo intuyo. Me dijo que lo mas probable era que no la viera con vida la proxima vez que regresara a Puerto Rico. Me lo dijo con resignacion, pero tambien con la tranquilidad de alguien que ya cumplio con todo lo que tenia que cumplir en esta vida y se puede ir en buena con el mundo. Quizas no la vuelva a ver, no lo se. Le di un beso y un abrazo, y me fui algo triste. Me hubiese gustado tener tiempo para comprarle una muñeca. Tambien me hubiese gustado tener las aptitudes necesarias como para contar la historia de Luisa decentemente.

Salud!

Ser vendedor, atender publico, o trabajar en la medicina son algunas de las actividades que no haria pa ganarme los porotos. Y no las haria sencillamente por un asunto de idoneidad: poca personalidad, antisocial, y despistado, respectivamente. En lo que respecta a mi trato como cliente, la cosa es diametralmente opuesta. Los vendedores no me gustan mucho pero puedo darles mi tiempo para oirlos, con los que atienden publico trato de ser cortes, pero con los de la salud lo paso mejor.

En mi ultimo viaje a Puerto Rico, fuimos con Lorna a visitar a su amiga Angeles que estaba en la casa de sus padres. Don Rodrigo Pratdesaba, papa de Angeles, nos invito a sentarnos en la terraza de su casa -muy linda por cierto- en lo que Lorna conversaba con su compinche. La charla entre ellas acabo abruptamente cuando este señor se entero de mi nacionalidad. Mando a Angeles a descorchar un Cavernet Sauvignon chileno y ahi no paramos de hablar. El Sr. Pratdesaba, guatemalteco de nacimiento y medico de profesion, me conto sobre su admiracion por Chile, sus paisajes, y especialmente sus vinos. Me hablo de sus amigos chilenos, los viajes que ha hecho a Chile, como aprendio a bailar cueca en España, y el desprecio que siente hacia las dictaduras militares, que en Guatemala cobro la vida de su hermano. A la lista de coincidencias añadimos una ultima: escribir historias. Don Rodrigo acaba de publicar la tercera edicion de su primer libro "La Mordida y otras historias", de la cual me regalo una copia autografiada. Sali de su casa contento por tanto halago y admirado por la sencillez de este hombre que ha recorrido tanto. Posteriormente fuimos con Lorna y Angeles a La Parguera, y yo aproveche de reponerme un poco de la borrachera bebiendo piña colada. En lo que ellas chismeaban, yo pensaba en lo entretenida que estuvo la conversacion con el Dr. Pratdesaba, y adverti mi afinidad con quienes trabajan en la salud.

En Chile hice buenas migas con el Dr. Vasquez, talvez el oncologo mas reputado de Chile, y su esposa la Sra. Panizza, que era (o es) enfermera jefa de no se que cosa en un hospital infantil que esta por El Llano, cerca de la Gran Avenida. Tambien conoci al Dr. Alvarez, gastroenterologo, quien me conto que un colega endocrinologo trato a una mina por infertilidad llego a la conclusion que ella era fisica y psicologicamente mujer, pero geneticamente (por los cromosomas) hombre y sus ovarios eran realmente un par de testiculos que no llegaron a desarrollarse. El problema de este medico era comunicarle al marido de la mina que en realidad estaba casado con un hombre. Por aca en los Iunaited Esteits paso largas horas escuchando las historias de la Marielle, que es enfermera de neonatologia, y cuyos ojos, nariz, y manos han visto, olido, y tocado las cosas mas bizarras que uno pueda imaginar. Israel, su esposo y quien alguna vez trabajo como terapista fisico, tambien tiene unos cuentos dignos de Ripley.

Pero no es solo el oir sus historias lo que me entretiene. Tambien me divierte ser el paciente. Me gusta esa huevaita de las preguntas y los analisis. Es excitante. Debe ser porque cuando uno es nino y se enferma lo tratan como rey. Tambien debe ser porque sufro de episodios de auto-sado-masoquismo. Me gusta ver como las agujas penetran la piel, y como fluye el suero o la sangre a traves de los cateteres y/o las jeringas. Cada vez que me sacan sangre me pregunto cual sera la concentracion de vino tinto que hay en ella. Debe ser abundante porque los mosquitos en Puerto Rico me hacen pebre y estoy convencido que me prefieren a mi en vez de mi chica porque yo he chupado vino del gueno!

De las atenciones medicas recibidas hay tres memorables. Las primeras son las de mi Tio Maury, curandero aficionado tipo Rambo, cuyo arsenal de combate incluye cuchillos que desinfecta calentandolos sobre brasas incandecentes. Cada vez que el hueon me curaba alguna herida infectada yo me acordaba de su mama y despues me daba cargo de conciencia porque es mi abuelita y yo la quiero mas que la xuxa. Tambien curo a un tipo conocido como el Loco Tony, milico dado de baja del ejercito por no estar en el 100% de sus cabales, que se quemo cuando su amigo se durmio borracho con una vela encendida dentro de la carpa (????) Despues de la curacion, el loco Tony le dijo a mi tio que tenia mejor mano que la enfermera que lo habia atendido el dia anterior y le pregunto que como sabia tanto. Mi tio se levanto la polera y le mostro el recuerdo que le dejo mi abuelo cuando tenia 2 años: quemaduras en grado 3.

La siguiente experiencia ocurrio en Puerto Rico. En un partido de futbol dispute la pelota con un muchacho y como era flaco le meti el cuerpo con todo pa sacarlo, pero el hueon se apoyo bien y choque mi esternon contra su hombro. Anduve adolorido un tiempo hasta que mi mina me llevo al hospital. La primera mina que me atendio hizo los procedimientos de rutinas: preguntas varias, presion arterial, etc. La segunda mina era la Doctora a cargo del boliche. Me hizo otras cuantas preguntas y me mando donde otra enfermera a que me diera una inyeccion para calmar el dolor. Cuando la enfermera me dijo que la inyeccion era en la nalga, me baje el pantalon hasta las rodillas y le dije "Toma. Es todo tuyo". Como Lorna estaba ahi, la mina me respondio "No. Este cantito nomas es mio. El resto es de ella." Posteriormente me atendio una negrita que por el acento parecia ser de las Antillas Francesas. Me dijo que tenia una dislocacion en el hombro lo cual me parecio muy raro pq mi problema era en el pecho, pero como era negrita me importo un coco. De ahi me llevo a una sala donde ella junto con la Doctora a cargo y otra enfermera mas se esmeraron en ponerme un arnes para mantener la espalda recta porque la unica que quedaba era para niños. La doctora a cargo advirtio como me lo estaba disfrutando y me dijo que cualquier hombre quisiera estar en mi lugar, con tres minas manoseandome mientras mi mujer me miraba, y se cago de la risa. Despues me pregunto que hacia un chileno casado con una puertorriqueña, y me sugirio si el motivo era que me gustaba mucho la bandera de Puerto Rico, mientras me daba la espalda y se golpeaba una de sus abultadas nalgas -boricua al fin y al cabo. Yo solo atine a responderle, "Este... bueno, que quiere que le diga? Tremenda bandera, no?"

La ultima aventura fue mas turbia. Sin motivos razonables comence a sentir dolor en un testiculo. Fui al centro medico de la universidad, que pa mas mala cueva es atendido solamente por mujeres, pa que me revisaran mi coquito resentido. Despues del chequeo de la presion entre a una sala en la cual habia una enfermera de edad avanzada y con aspecto maternal. Me hizo las preguntas de rigor, y me pidio le hablara acerca de la razon de la visita. La mujer se incomodo un poco, mas que mal esta es una "institucion" de cristianos conservadores, pero mantuvo su postura profesional. Me pregunto si queria que me revisara un hombre o una mujer, y le respondi que me daba lo mismo. Aprovecho mi respuesta para zafarse. Me dijo que habia otra persona que tenia mas experiencia en esos problemas y me dio unos de esos pantalones cortos talla 100 que dan en estas clinicas para que me cambiara. La "persona con mas experiencia" era otra enfermera, una de intesos ojos verdes y mas joven que la anterior, aunque su canosa melena podria decir lo contrario. Leyo la ficha clinica y comenzo con las mismas preguntas:

-eres alergico a alguna medicina?
-no que yo sepa.

-y actualmente estas tomando alguna?
-uno que otro analgesico cuando me duele la cabeza.

-usas algun tipo de droga?
-soy adicto a la cafeina

-y fumas?
-no. deje el habito hace 4 anos mas o menos

-bebes?
-una cerveza o una copa de vino ocasionalmente.

Las ultimas tres respuestas fueron sucedidas por una X en algun lugar de la ficha clinica.

-has sido operado alguna vez?
-no, nunca

-sufres de alguna enfermedad?
-salvo reiterados dolores de cabeza, nada que yo sepa. no me han declarado ninguna hasta ahora.

De ahi pasamos a las preguntas de interes, que ya no fluian con la misma rapidez que las anteriores.

-y desde cuando estas con esta molestia?
-aproximadamente 1 mes.

-sufriste algun golpe?
-no que yo recuerde.

-usas ropa interior ajustada?
-... de vez en cuando... pero la molestia persiste aun cuando estoy desnudo.

Se produjo una pausa en la cual la conversacion se transformo en un intercambio de miradas. Ella decia, "como mierda se lo pregunto?", y yo respondia, "pregunte todo lo que quiera, mijita." Por fin se decidio.

-y que me puedes decir de tu vida sexual? pregunto mientras me miraba el anillo en el anular izquierdo.
-que es lo que quiere saber especificamente? respondi ipso facto.
-ehhh...

Por mi cabeza paso una serie de posibles preguntas obscenas con respuesta incluida. Ella solo titubeaba y gesticulaba con manos y hombros. Queda claro que con lo del anillo descarto que yo fuese virgen, aunque por estos lados los fanaticos no faltan. La situacion parecia ser embarazosa pero yo estaba divirtiendome como bestia. Para aliviarla un poco, le respondi que llevo 4 años casado, no tengo ni he tenido sucursales, sali en blanco como una princesita en todos los examenes que me han hecho desde que sali de Chile, y que todos mis papeles, incluyendo el risonjuay, estan en regla. La gringa se relajo, pero decidio no revisarme el testiculo y me mando donde otro doc quien finalmente no me encontro nada y diagnostico estres. Para alivio mio, el coco dejo de dolerme a los pocos dias.

Estas son algunas de mis experiencias con la gente de la salud que, segun se dice, ha producido el mayor numero de asesinos en serie que se registra, superando hasta a los milicos. Los cuentos del Dr. Pratdesaba pueden leerse en su sitio Los Cuenteros. Las historias de la Marielle e Israel habra que esperar a ver si un dia se animan a escribirlas.